Nuestra RUTA POR EUROPA estaba en sus últimos días y ya nos estaba dando pena que se terminara esta fantástica aventura.
Era nuestro DÍA 12 de viaje y estábamos casi en la COSTA AZUL. Durante esta jornada saldríamos de suelo italiano, pasaríamos por Mónaco y dormiríamos en Francia. Mucha variedad en solamente un día. Teníamos que aprovechar al máximo nuestros dos últimos días de visitas, paradas y bellos paisajes.
Salimos muy pronto de FINALE LIGURE y nos dirigimos a la localidad italiana de ALASSIO (todavía perteneciente a la región de LIGURIA).
ALASSIO es conocida como la tierra del mar, del sol y del entretenimiento. Esta población italiana se ha convertido con el paso de los años en una de las zonas más elegantes de la Riviera. Grandes mansiones, cuidados jardines y cuatro kilómetros de fina arena donde tumbarse a descansar y tostarse al sol.
Tiene una gran oferta hotelera y muchísimas playas, todas de pago. Sí, DE PAGO. En esta costa resulta impactante ver cómo es casi imposible pisar la arena de la playa sin pagar.
A lo largo de la playa se extienden los «chiringuitos», en italiano llamados BAGNI, donde, previo pago, puedes disfrutar de tumbona, hamaca y ricos cocktails (a parte, claro). Como veis en la foto, es imposible entrar en la playa sin pagar. Solamente hay ciertas zonas de playa pública que podéis imaginar cómo se llenan.
A nosotros nos chocó bastante este tema puesto que en España esto no sucede a menos que sea en algún hotel de lujo que tenga su propia zona de playa. Es, cuanto menos, curioso.
Nosotros no nos bañamos porque tampoco íbamos con la idea de hacerlo así que simplemente visitamos la localidad.
El pueblo tiene encanto. Callejuelas estrechas que van a dar al mar, llenas de tiendas y bares . Un montón de turismo de veraneo que, la verdad, no me sedujo demasiado. Demasiada gente para mi gusto.
Una de las visitas fundamentales en ALASSIO es «IL MURETTO».
¿Cuál es su historia?
En los años 50, ALASSIO era uno de los centros turísticos más frecuentados por artistas famosos de diversa índole (escritores, actores, pintores…). Por aquel entonces todos disfrutaban de la «dolce vita» y pasaban sus felices vacaciones en esta zona de LIGURIA.
En el parque ubicado justo en frente del CAFFÈ ROMA se contruyó un muro. El pintor de Alassio, Mario Berrino pensó que ese muro era muy aburrido y feo para la gente que paseaba a diario por allí. Así que decidió darle un toque decorándolo con baldosas de diferentes colores y formas.
Estas baldosas estarían decoradas por las celebridades del momento. Estrellas del mundo del espectáculo, del deporte o del arte.
Y así fue. La primera baldosa que se colocó en «Il Muretto» fue la del escritor Ernest Hemingway que se encontraba allí pasando sus vacaciones. Después de su baldosa vinieron muchísimas más hasta llegar a las casi 1000 que podemos contemplar allí hoy en día.
Después de un largo paseo y de unas compras por las calles de ALASSIO nos pusimos en marcha de nuevo y nos dirigimos a MONTECARLO, en el PRINCIPADO DE MÓNACO. Situado a poco más de una hora desde donde nos encontrábamos.
El PRINCIPADO DE MÓNACO es el segundo país más pequeño de Europa después del Vaticano (podéis ver AQUI nuestra visita al Vaticano). Tiene escasos 2 kilómetros cuadrados.
Su capital, contrariamente a lo que suele pensar todo el mundo, no es MONTECARLO sino MONACO-VILLE. Cuando se visita la zona se piensa que todo el conjunto, que toda la ciudad se llama MONTECARLO pero lo cierto es que hay cuatro «sub ciudades»: Montecarlo que corresponde a la zona donde está ubicado el famoso Casino, Monaco-Ville que es la zona del Palacio del Príncipe de Mónaco y otras dos llamadas FONTVIEILLE y LA CONDAMINE.
Una de las fuentes principales de ingreso de este pequeño país son los JUEGOS DE AZAR. El PRINCIPADO DE MÓNACO, debido a la política fiscal que practica, está considerado como uno de los grandes paraísos fiscales de Europa.
¿Qué ver en MÓNACO?
Para lo pequeño que es este país hay muchísimas cosas que ver y hacer. Tomad nota:
-El PALACIO DEL PRÍNCIPE desde donde se obtienen las vistas más espectaculares de la ciudad. Algunas estancias del PALACIO se pueden visitar con un coste de 8€ la entrada por adulto. Consultad toda la información aquí.
– La CATEDRAL DE SAN NICOLÁS o conocida también como la CATEDRAL DE MÓNACO. Un increíble edificio donde están enterrados el Príncipe RAINIERO III y la princesa GRACE (Grace Kelly).
-El CASINO DE MONTE CARLO donde también se puede entrar aunque no vayas a apostar dinero o jugar. En su puerta miles de coches de lujo (algunos de alquiler) esperan a sus ricos dueños mientras estos disfrutan arriesgando dinero, ganando y perdiendo. Podéis informaros aquí.
El lujo en esta ciudad es desmedido. Eso sí, nos dio un poco la impresión de ser en parte verdadero (gente con mucho dinero) y en parte mucho de aparentar, no sabría decir. El edificio blanco con formas redondeadas que veis al fondo de esta foto (en frente del Casino) era una tienda de LOUIS VUITTON.
–CENTRO HISTÓRICO DE MÓNACO. Lo conforman las callejuelas próximas al Palacio, donde se pueden encontrar infinidad de restaurantes y tiendas de souvenirs. Una opción buena para comer algo a precios algo razonables.
–INICIO Y META DEL FAMOSO RALLY DE MONTECARLO. Una de las carreras automovilísticas más famosas del mundo. Se celebra todos los años en el mes de enero y paraliza totalmente la ciudad. En esas fechas, el lujo en la ciudad se multiplica aún más si cabe.
–ROCA DE MÓNACO o la Rocher de Monaco, que es el monolito de 140 metros de altura donde se asienta la población de Mónaco Le Ville con su casco antiguo, catedral y Palacio del Príncipe.
*Foto de www.tourisme-en-france.com
Otros lugares de interés son:
–MUSEO OCEANOGRÁFICO DE MÓNACO
Nosotros llegamos a esta ciudad del lujo de la COSTA AZUL y conseguimos aparcar en la calle en una zona de pago. Aquí casi todo es caro, hay que ir concienciados con esto.
El calor a principios de agosto era mortal. Primeramente decidimos recorrer todo a pie pero, el calor era tan sofocante que desechamos la idea muy pronto.
Cogimos un autobús de linea que nos llevó (fresquitos) al Palacio del Príncipe. Desde allí, cuando acabamos la visita, tomamos otro autobús que nos dejó muy próximos al Casino de Monte Carlo. Cada uno en una punta de la ciudad, por cierto. Gracias a ese autobús (2€/trayecto) no morimos en el intento de ver Mónaco con un calor infernal. El país será pequeño pero con semejante calor nos hubiese parecido Canadá…jajaja.
Cuando terminamos de ver todo picamos algo de comer cerca de donde habíamos aparcado y nos fuimos de este principado del lujo camino a nuestra meta ese día: JUAN-LES-PINS, en la Costa Azul Francesa.
Se trata de un pueblo HIPER-MEGA-SÚPER TURÍSTICO. Todo lo que os diga es poco para explicar la cantidad de turismo playero que había en esta población costera. ¿Os he dicho que ODIO estos lugares? jajaja.
Pues para más inri, nuestro apartamento estaba ubicado en primera línea de playa. Unas vistas espectaculares, eso sí. Y el alojamiento perfecto. Por si os interesa es APARTMENT LE PALAIS JUAN. Espacioso, con aire acondicionado y desayuno en la nevera para el día siguiente. Y la cuna para Sara, por supuesto. Estuvimos muy bien allí aunque el ambiente de la localidad no nos entusiasmó demasiado.
Varias playas de pago a los pies del apartamento y una pública también al lado. Pero todo tan abarrotado de gente que decidimos comprar algo de cena y disfrutar de nuestra terraza con vistas al mar. La compañía era perfecta y la cena de mi cocinero estaba deliciosa. Una manera diferente de acabar un día que había sido bonito pero agotador.
¡FELIZ DÍA!
