Nos despertamos temprano en la ciudad italiana de BRESCIA. Desayunamos en nuestro precioso BED AND BREAKFAST Corso Matteotti 62 del que os hablé en Ruta por Europa Día 10 y nos fuimos a conocer la ciudad.
BRESCIA es una localidad de casi 200.000 habitantes ubicada en la región de Lombardía. En esta ciudad se puede disfrutar el arte por casi cada esquina. Cada rincón es aún más bello que al anterior.
¿Qué ver en BRESCIA?
Los lugares más imperdibles de la ciudad son la PIAZZA DELLA LOGGIA y la PIAZZA PAOLO VI.
En la primera plaza siempre hay muy buen ambiente, tanto de día como de noche. Está rodeada de calles comerciales y de restaurantes y cafeterías donde poder desayunar, comer o cenar (como hicimos nosotros la noche anterior). Los sábados por la mañana tiene lugar aquí un gran mercadillo de comida, ropa y objetos varios.
En esta plaza se encuentra la Torre del Reloj y los Pórticos, que son uno de los paseos más frecuentados por turistas y lugareños. A esta plaza se la considera como una joya del Renacimiento italiano.
La PIAZZA PAOLO VI también es conocida como PIAZZA DEL DUOMO ya que allí se alza su majestuosa Catedral. Bueno, en realidad hay dos catedrales, la nueva y la vieja. La vieja (Duomo Vecchio) merece una visita porque es impresionante. En esta plaza también hay muchísimos bares con terrazas para tomar algo o comer con vistas a la Catedral.
En esta misma plaza se levanta el PALACIO DEL BROLETTO. Se trata de un edificio que data del siglo XII-XIII y que es centro de gobierno del Ayuntamiento y señorías. Es uno de los palacios comunales más representativos de Lombardía.
Todas las calles que rodean a ambas plazas componen el centro comercial y de ocio de la ciudad. Un plan genial es pasar unas horas recorriendo estas calles sin rumbo fijo, mirando escaparates o disfrutando de la preciosa arquitectura de los edificios que conforman esta bella ciudad.
Brescia es una ciudad tranquila donde poder pasear sin agobios, sin prisas. Esto la hace especial. A diferencia de otras grandes ciudades italianas, Brescia no tiene masificación de turistas ni montones de tiendas de souvenirs. Es una ciudad relajada y perfecta para descansar y hacer turismo al mismo tiempo.
Nosotros paseamos por las calles comerciales, hicimos algunas compras y nos dispusimos a abandonar la ciudad y emprender de nuevo nuestra ruta.
Nuestra siguiente parada fue en TURÍN. Nuestro paso por esta ciudad italiana no estaba decidido del todo hasta el último momento. No sabíamos si sería mucho el desvío para llegar a nuestro destino final ese día.
No obstante, como somos bastante cabezotas con estas cosas, fuimos a TURÍN, si.
Pero la visita fue corta puesto que lo que más nos interesaba visitar allí era el MUSEO DE LA SÍNDONE donde está expuesta una réplica de la SÁBANA SANTA.
También dimos un breve paseo por los alrededores deL DUOMO en la PIAZZA SAN GIOVANNI.
Después de soportar un calor horrible por las calles de Turín, y después de parar en una cafetería SIN aire acondicionado (horror!) para tomar un refresco, nos pusimos en camino rumbo a la costa italiana. Concretamente a la zona de Liguria, y más en concreto, al pueblo costero de FINALE LIGURE, donde haríamos noche.
Ya conocíamos otras zonas costeras de la REGIÓN DE LIGURIA de Italia como Cinque Terre o Portofino pero esta zona a la que llegamos en esta etapa nos encantó. Son pequeños pueblecitos donde veranean familias enteras con hijos, tíos, primos etc… El ambiente de sus calles es genial.
Tras un largo de día de playa la gente sale a cenar o tomar un helado por las estrechas callejuelas pintadas de marrón y naranja. No me importaría nada pasar una verano entero en esta zona.
Después de un breve descanso y de una duchita en nuestro alojamiento, nos fuimos al cercano pueblo de VARIGOTTI a cenar y a pasear por sus calles y su playa. ¡Qué bonito por la noche!
Cenamos en una terraza súper bonita en la calle principal del pueblo. Viendo la gente pasar y degustando la gastronomía italiana que tantísimo nos gusta.
Nuestro alojamiento fue en FINALE LIGURE y supuso nuestra primera experiencia con AIRBNB compartiendo casa con los dueños. Fue en el alojamiento AL RIPARO, un BED AND BREAKFAST regentado por una familia que vive en la parte alta del edificio. Nosotros nos alojamos en su casa, en una de sus habitaciones perfectamente acondicionada y preparada para nosotros (con cuna incluida para SARA). Además tenía un balconcito con vistas preciosas y con un airecito fresco que entraba que nos vino genial para dormir. El baño era compartido con los dueños.
Charlamos un rato con ellos de diferentes temas. Tenían dos niños y dos enormes perros pululando por la casa. Menos mal que no me dieron alergia. Una gente majísima que nos trató de maravilla, nos llevó las maletas, nos ofreció parking y nos dieron un desayuno exquisito. Podéis ver este alojamiento AQUÍ.
Nuestro día acabó durmiendo tan ricamente con vistas al mar en un pueblecito con muchísimo encanto en la LIGURIA ITALIANA. No podíamos pedir más. Este viaje estaba siendo una grandísima experiencia. Nos fuimos a dormir emocionados por las visitas que nos esperaban al día siguiente. La Costa Azul la teníamos a un tiro de piedra…Os lo cuento en el siguiente post.
¡FELIZ DÍA!