¡Vaya día nos esperaba hoy!
Cuando diseñamos la ruta pensamos seriamente en recortar alguna visita de esta etapa pero teníamos tantas de ganas de conocer los tres lugares que no quisimos quitar nada.
El problema eran las distancias entre los puntos y, por supuesto, las diferentes cosas que se pueden en hacer en todos ellos. Pero bueno, pensamos: «Nosotros lo dejamos así y una vez allí ya vemos». Pero ya nos conocemos y cuando algo ha entrado en nuestros planes es difícil que salga. Aunque sea con calzador, entra y punto.
El caso es que pudimos verlo todo y terminar el día cenando tranquilamente en una terraza con una cervecita fría. Os lo cuento mejor poco a poco.
Desayunamos muy pronto en nuestro apartamento de Alpbach y salimos en dirección a la primera parada del día: El CASTILLO DE NEUSCHWANSTEIN.
El CASTILLO DE NEUCHWANSTEIN está situado a poca distancia de Füssen, Alemania. Fue mandado construir en 1866 por el llamado «rey loco»: Luis II de Baviera. El castillo, ostentoso y con todo lujo de detalles era de todo menos práctico. Se había proyectado como un castillo de cuento de hadas y no tanto como un lugar de residencia. Aún así, contaba con todo tipo de comodidades.
El diseño corrió a cargo de un escenógrafo teatral así que nos podemos imaginar que la estética fuese perfecta pero la funcionalidad no tanto. Digamos que este precioso castillo fue fruto de las ensoñaciones de un rey. El entorno donde se construyó es para soñar, desde luego.
El sueño de un loco que se hizo realidad y que permitió que los miles de visitantes que acuden a él cada año disfruten de su bella arquitectura y de los increíbles paisajes que lo rodean. Este castillo forma parte de un complejo que también incluye al CASTILLO DE HOHENSCHWANGAU.
La visita al interior del Castillo no la hicimos. Además, nos dio la impresión de ser una visita sumamente explotada turísticamente hablando y eso también nos tiró un poco para atrás. Está todo demasiado controlado. No se puede acceder al Castillo con tu propio coche ni siquiera aparcando en algún parking cercano. La manera de acceder es yendo en grupo con tu entrada previamente adquirida en taquillas de Hohenschwangau (hora y grupo asignado) y subiendo en un trenecito, autobús, o coches tirados por caballos (en plan borreguil, para mi gusto). También se puede subir andando si os gustan las caminatas por la naturaleza. Al interior del castillo no se puede entrar con carritos de bebés, ni mochilas, ni nada donde llevar a los peques cómodamente. Podéis obtener más información AQUÍ.
Si quereis unas vistas bonitas del Castillo hay varias posibilidades. Desde la población de Hohenschwangau y desde el famoso PUENTE MARIANSKE, al que se llega caminando y que está muy cerca de la entrada al castillo. Nosotros, casualidades de la vida, encontramos este puente en obras y no pudimos contemplar el Castillo desde allí. Nos conformamos con la imagen desde abajo.
Tras hacernos millones de fotos con el verde paisaje y el castillo de fondo, continuamos nuestro camino.
Nuestra siguiente visita del día se encontraba en DACHAU. Íbamos a visitar el Campo de concentración que los nazis ubicaron en esta población durante la Segunda Guerra Mundial.
Somos grandes aficionados a documentales bélicos y siempre nos ha despertado mucho interés todo lo referente a la figura de Hitler y todo aquello que lo rodeaba. Desde los 12 años, edad en la que leí el famoso Diario de Ana Frank, el tema del exterminio de los judíos, el ascenso del nazismo al poder, la locura de un líder que quería dominar el mundo, etc… son temas que han despertado en mí un gran interés. Ya sean documentales, libros o películas, pero siempre he estado en contacto con estos temas en mayor o menor medida.
Hace ya unos años conseguí hacer una visita al Campo de Concentración de Auschwitz, un lugar que me apetecía mucho conocer y que supuso en su día el ejemplo más grande de las atrocidades de las que fue capaz el ser humano en un momento muy negro y no muy lejano de nuestra historia. En el post de Cracovia podéis leer más sobre mi visita a este siniestro lugar.
Años después, en nuestro viaje a Berlín, visitamos también el Campo de Concentración de Sachsenhausen. Otro lugar estremecedor donde de nuevo repasamos este triste episodio de la Historia. Podéis verlo en el post Berlin y alrededores.
Pues bien, pasando tan cerca de allí no podíamos dejar de ir al Campo de Concentración de Dachau Este campo es, junto a Auschwitz, uno de los más conocidos y visitados. Está situado a 13 kilómetros de MUNICH y fue el primero en establecerse en el año 1933.
Nosotros paseamos por él durante un par de horas o quizás más. Allí se pierde un poco la noción del tiempo puesto que tu cabeza viaja a ese crudo pasado y se te olvida el presente durante un buen rato. No das crédito a lo que lees, a lo que ves y a lo que oyes. Después de visitar tres campos de concentración es verdad que ya sabes a lo que vas y, aunque te sigue impresionando mucho la crueldad humana, no resulta tan impactante como la primera vez.
Si visitáis un Campo de concentración por primera vez, un consejo: id preparados para leer y ver cosas espeluznantes que sucedieron en realidad, que no son ciencia ficción. Podréis pensar que es absurdo visitar un lugar para sufrir. Bien, yo no lo veo como un sufrimiento sino como un homenaje a la memoria de unas personas que padecieron lo indecible y que nunca podremos ni debemos olvidar.
Tras la visita a DACHAU nos pusimos en camino rumbo a la ciudad alemana de MUNICH. Como decía al principio de este post, este día era demasiado completo y pensábamos que estábamos abarcando demasiado pero luego resultó todo perfecto.
Antes de llegar al centro de la ciudad quisimos parar en el BMW WELT, el museo-exposición de la marca de automóviles BMW que tiene aquí su sede mundial. La entrada es gratuita y tienen WIFI en todas las instalaciones. Los últimos y más caros modelos de la marca están ahí expuestos para hacernos los dientes largos. Este lugar está situado muy próximo al OLYMPIAPARK de Munich.
Tras esta visita que Jorge, como gran amante del motor, no se quería perder por nada del mundo, por fin nos acercamos al centro de MUNICH.
Pasamos el resto de la tarde deambulando por sus calles y conociendo la ciudad alemana aunque solamente fuera de manera superficial.
La MARIENPLATZ, centro neurálgico de Munich, me dejó con la boca abierta. El ayuntamiento nuevo es simplemente precioso. Un impresionante edificio de estilo neogótico que preside la imponente plaza.
Callejeamos por los alrededores hasta dar con la famosa CERVECERÍA HOFBRÄUHAUS que nos pareció súper bonita por dentro pero que estaba tan atestada de turistas que no pudimos sentarnos en ningún sitio. Decidimos buscar otro lugar más tranquilo para bebernos una cervecita alemana. Pasamos por otra bonita plaza de MUNICH: Odeonsplatz.
Nos acercamos a la concurrida plaza donde se ubica el VIKTUALIENMARKT, un gran mercado de comida, flores y otros productos que tiene unos 140 puestos. Alrededor de ellos la gente aprovecha para tomar algo, comer o degustar una buena cerveza alemana.
Loa puestos abren de lunes a sábado de 10 de la mañana a 18 de a tarde. Cuando nosotros llegamos ya estaban cerrando la mayoría de ellos pero la plaza seguía abarrotada de gente bebiendo cerveza y disfrutando del buen tiempo.
Desde allí volvimos de nuevo a MARIENPLATZ y nos dirigimos hacia la CATEDRAL DE MUNICH o FRAUENKIRCHE, de aspecto muy sencillo y con unas peculiares cúpulas verdes.
Como ya estábamos muy cansados de todo el día de acá para allá, decidimos buscar un restaurante para sentarnos y comer bien y beber cerveza. Siempre es buen momento para beberse una rica cerveza pero justo en ese momento nos la teníamos más que merecida.
Como todos sabemos, las especialidades gastronómicas alemanas no son precisamente ligeras pero eso no nos importó. Por un día o dos comiendo así tampoco iba a pasar nada…jajaja.
Y así de «calórico» acabó nuestro NOVENO DÍA de RUTA POR EUROPA. Cuántos contrastes, cuántos lugares diferentes habíamos visto este día y cuántos recuerdos guardados nos llevábamos en nuestras maletas. No te das cuenta realmente de cuantísimo enriquece viajar hasta que estás en plena aventura.
Volvimos a nuestro apartamento de EL TIROL muy felices y pensando en que al día siguiente comenzábamos el descenso, la vuelta a casa que duraría 5 días más. Días llenos de nuevos lugares por descubrir y nuevas aventuras por vivir. ¿Os quedáis a conocerlas?
¡FELIZ DÍA!
