Nos levantamos en nuestro increíble RIAD DAR MAYSSANE en RABAT.
Habíamos dormido genial y nos esperaba un suculento desayuno en los preciosos salones de su patio interior.
Este día no teníamos prisa. Nos lo íbamos a tomar de manera muy tranquila puesto que nuestra meta era llegar a TÁNGER a dormir pasando por dos bonitos pueblos de la costa atlántica norte de Marruecos.
Pero antes de ponernos en camino nos faltaba por hacer una visita obligada en RABAT: la NECRÓPOLIS DE CHELLAH.
Llegamos muy pronto y no había casi nadie. La entrada cuesta muy poco, unos 10 dirhams (no llega a un euro).
Este complejo funerario fue comenzado por Abu Yaqui Yusuf, quien en 1284 emplazó aquí una mezquita y la tumba de su esposa. Dos años más tarde, este califa benimerín fue enterrado aquí también.
Sus sucesores también fueron enterrados en este lugar. El complejo funerario fue completado en 1351 con la tumba de Abu Saïd y la de su hijo Abu el-Hassan y posteriormente fue embellecido por Abu Inan.
Las murallas que rodean la necrópolis en los tonos tan típicos de Rabat, las construyó Abu el-Hassan aunque probablemente se trate de una reconstrucción de murallas romanas.
Esta necrópolis es la protagonista de numerosas historias y leyendas populares. En sus murallas y en los alminares anidan cigüeñas que aportan una belleza inigualable a este conjunto funerario.
Pasamos un buen rato deambulando por los recovecos de este singular rincón de Rabat y nos hicimos montones de fotos. Os recomiendo muchísimo que no os perdáis este lugar en vuestra visita a la capital de Marruecos.
Una vez terminado nuestro tour por la NECRÓPOLIS DE CHELLAH nos pusimos en marcha rumbo a un bonito pueblo costero marroquí: LARACHE.
LARACHE, ciudad portuaria ubicada en la zona noroeste de Marruecos. Está situada a unos 85 kilómetros de Tánger y conserva muchísimas huellas de su pasado español.
¿Qué ver en Larache? Pues imprescindible es su MEDINA y la PLAZA DE LA LIBERACIÓN. Nosotros dimos un breve paseo por esta pintoresca ciudad teñida de blanco y azul. Nos pareció preciosa y recomendamos una parada aquí en vuestro recorrido RABAT-TÁNGER o viceversa.
Muy cerca de LARACHE se encuentran la RUINAS DE LIXUS. Se trata de un conjunto arqueológico situado en una escarpada colina que, aunque nosotros no tuvimos tiempo de conocer, bien merecería una visita si disponéis de tiempo para ello.
Nuestra siguiente parada del día fue en la preciosa población de ASILAH, situada a unos 40 km de LARACHE. Pasear por la MEDINA AMURALLADA de Asilah merece y mucho la pena. Es un pueblo muy bello con unas vistas al mar increíbles. Aquí también podemos comprobar la presencia española de su pasado.
Se trata de un pueblo muy turístico con una bonita playa. La población de Asilah es de unas 12.000 personas. Población que aumenta hasta 100.000 en la época de verano.
¿Qué ver en Asilah? la puerta de acceso a la Medina ( Bab Al Kasba), su Torre defensiva (Borj Al Kamra), las pintorescas callejuelas de su Medina, las murallas que rodean la ciudad, la Gran Mezquita (ubicada nada más entrar en el pueblo) y preciosos murales pintados por artistas en las paredes.
Asilah es una ciudad esencialmente residencial. También alberga muchos artesanos que te ofrecerán sus bonitos productos fabricados a mano.
Si recorres el pueblo hasta el final te encontrarás con una zona de mirador donde se reúne gran cantidad de gente al atardecer para presenciar el espectáculo de la puesta de sol.
Sus calles blancas y azules, su mar golpeando fuerte las murallas a causa del viento, sus preciosos productos de artesanía y la tranquilidad de sus calles nos enamoraron completamente.
Como curiosidad os cuento que acabamos comiendo en un restaurante español muy famoso en ASILAH: CASA PEPE. Comimos de maravilla y conocimos a Pepe, un encanto de señor.
Después de una rica comida nos pusimos de nuevo en camino rumbo a TÁNGER. Esa noche la pasaríamos allí antes de marcharnos hacia CEUTA al siguiente día.
Nos dimos el capricho de dormir en el HOTEL HILTON GARDEN INN DE TÁNGER aprovechando que allí los precios no son tan elevados. Ya podemos decir que hemos dormido en un HILTON...jajaja.
La experiencia fue inmejorable y el trato una pasada. La seguridad para entrar en el hotel era increíble tanto en la puerta principal como en la entrada al garaje donde te miraban hasta los bajos del coche.
Al llegar al hotel nos relajamos, nos dimos una ducha y salimos a dar un paseo por un centro comercial recién abierto justo al lado del Hilton: Tanger City Mall. Allí mismo cenamos unas pizzas en un ambiente de lo más occidental.
Tánger es una de las ciudades más modernas y con más contrastes de Marruecos. Lo mismo puedes visitar la auténtica y pintoresca Medina que comer en un McDonald's en un centro comercial.
De hecho, nuestro día terminó de una manera demasiado occidental: pizzas y enorme habitación en el HILTON.
Habíamos disfrutado mucho de la costa atlántica marroquí y todavía nos quedaba un último paseo por Tánger al día siguiente antes de pasar de nuevo a España para emprender el camino de vuelta a casa...
¿Nos dejaría el fuerte viento que sacudía la zona cruzar el Estrecho de Gibraltar?
Os lo cuento en el siguiente post...
Espero que os haya gustado este post sobre LA COSTA ATLÁNTICA MARROQUÍ y que os pueda servir de ayuda para organizar vuestra ruta por el Norte de Marruecos.
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