Todo un día por delante para recorrer tranquilamente las calles y las MURALLAS de la Perla del Adriático: DUBROVNIK.
El día amanecía bastante caluroso así que desayunamos rápidamente en el apartamento y nos pusimos en marcha.
Como ya os conté en Croacia, día 8 nos fuimos con el coche a la Bahía de Lapad, aparcamos allí en una zona gratuita y cogimos el autobús que te acerca al casco antiguo en menos de diez minutos por 1,50 €. Es la única manera que encontramos de no dejarnos un riñón en aparcamiento ya que las zonas de párking ubicadas junto a la muralla cuestan la friolera de 10 euros la hora.
Pues bien, a las 9,30 estábamos ya comprando las entradas para recorrer la muralla. Entramos a la ciudad por la PUERTA DE PILE y allí mismo a la izquierda encuentras la taquilla y la escalera que te conduce a la muralla.
Aquí os dejo este mapa que os ubica perfectamente para saber los que vamos viendo durante el recorrido. Se entra por la PUERTA DE PILE y se va en dirección a la TORRE BOKAR.
A decir verdad, solamente compramos una entrada porque el acceso con carros de niños es casi imposible y Jorge se quedó abajo con Sara paseando y se sacrificó tomándose algo en un bar con aire acondicionado…
Pero vamos, que con un tiempo más apetecible hubiésemos subido con la niña y sin el carro y arreglado…pero el calor que hacía no era de este planeta.
La entrada me costó 150 kunas, unos 20 euros al cambio. No es barato pero merece mucho la pena y es algo que no podéis dejar de hacer si vais a Dubrovnik.
Yo le di toda la vuelta a la ciudad por la muralla y fue increíble. Se tarda aproximadamente una hora y media o dos en completar el recorrido. Todo depende del ritmo que llevéis y las paradas que hagáis para fotografiar semejante belleza. Yo hice bastantes, ya os lo digo.
Las vistas son preciosas y la cantidad de gente también es impresionante…jajaja. Y el calor que pasé…pues para qué contaros… Pero aún así, mereció la pena, os lo aseguro.
Con esta imagen que tomé a medio camino os podéis hacer una idea de las condiciones en las que íbamos todos los visitantes y las posibilidades reales de que a alguien le diese un golpe de calor…jajaja. Si, es un puesto ambulante de primeros auxilios…
Para los fans de la serie JUEGO DE TRONOS, la visita a las murallas de Dubrovnik es más que obligada. No es mi caso pero los súper fans de esta serie alucinaréis aún más si cabe.
En el post CROACIA, DÍA 1 ya os conté las visitas imprescindibles en esta ciudad. Una de ellas es el PUERTO VIEJO o STARA LUKA. Desde lo alto de la muralla se ve precioso. Este fue uno de los puntos que más me gustó del recorrido.
Otro punto imprescindible es la TORRE MINCETA, la más alta de todo el conjunto amurallado. Os recomiendo subir a la parte más alta y admirar las preciosas vistas con la ISLA DE LOKRUM de fondo.
La infinidad de tejados anaranjados que reposan bajo tus pies es algo que no podrás dejar de fotografiar…por mucho que te caiga el sudor por la espalda…jajaja. Me encantó esta visita, no me cansaré de decirlo.
Cuando decidí que me había ganado una cerveza enorme y bien fría, bajé por la misma zona por donde había subido y me fui a buscar a Jorge y a Sara por las intrincadas calles de Dubrovnik. Los encontré refugiados en un pub irlandés y allí repuse fuerzas después de lo que había sufrido a casi 40 grados de temperatura.
Tras esta pausa nos fuimos a dar un paseo los tres por la ciudad y nos acercamos a un sitio súper bonito. El BUZA BAR, que está situado sobre las rocas y bajo la muralla, con unas vistas increíbles al mar.
Estaba lleno así que solamente vimos un poco el ambiente y nos fuimos a seguir callejeando. La calle principal de Dubrovnik es la CALLE STRADUN. Por ella pasas montones de veces aunque no quieras. Allí encontramos bares, cafeterías y bonitas tiendas, no solamente las típicas de souvenirs.
En general, todos los rincones de esta ciudad son de cuento, son para estar haciendo fotos sin parar.
Sin duda, las calles más encantadoras de esta ciudad son las estrechas y empinadas escaleras que conducen hacia la PUERTA DE PLOCE. Allí nos refugiamos durante un buen rato huyendo del sofocante calor y buscando la sombra como locos.
Después de alargar la parada con una sesión fotográfica interminable, decidimos que teníamos que ir a comer. En Dubrovnik los precios son, en ocasiones, bastante elevados en los restaurantes. Si vas sabiendo esto, te evitarás sorpresas cuando llegue la cuenta.
Nosotros descubrimos por casualidad un sitio que os quiero recomendar. El precio no era desorbitado pero la calidad era de diez. Pedimos unos entrantes riquísimos y un arroz negro con queso parmesano por encima para chuparse los dedos. Lo recomiendo 100%. Se llama ZUZORI y está muy cerca de la Calle Stradun. No es el típico con menús «turistas», es diferente, muy rico y con los platos muy bien presentados.
Después de comer aún dimos un último paseo por la ciudad pero el calor era tan intenso que decidimos que necesitábamos un baño en alguna playa cristalina como fuese.
Salimos de las murallas de Dubrovnik y nos fuimos a la zona donde habíamos aparcado, en la Bahía de Lapad. Aprovechando que teníamos el coche allí, decidimos bañarnos en esa playa que tenía súper buena pinta.
No os podéis imaginar el ansia con la que nos lanzamos los tres al agua…creo que nunca me he metido al mar tan rápido…Soy de las que se lo piensan antes de zambullirse del todo…jajaja. Pero ese día NO.
Pasamos allí parte de la tarde refrescándonos y disfrutando de esta playita bastante familiar. La recomiendo tanto para familias como para parejas o amigos. Está muy bien y a un tiro de piedra del casco antiguo de Dubrovnik.
Cuando dimos por terminada nuestra tarde playera, nos fuimos en coche a nuestro apartamento, nos dimos una ducha y volvimos a Dubrovnik siguiendo la misma jugada de aparcamiento. Queríamos llegar a tiempo para visitar la FORTALEZA DE LOVRIJENAC, cuya entrada va incluida con la de las murallas de DUBROVNIK.
Pues bien, como no miramos el horario, cuando llegamos a los pies, faltaban cinco minutos para cerrar. Corrí y corrí yo sola subiendo las largas escaleras hasta la puerta y justo cuando llegué con la lengua fuera y el corazón a punto de explotar….me cerraron la puerta en las narices.
Me enfadé taaaaanto que hasta lloré de la rabia…jajaja. Pero por lo visto iban a hacer un concierto privado o algo parecido y por más que le lloriqueé, no me dejó pasar. Y esto es lo que vi desde esa puerta cerrada, que no está nada mal tampoco…
Bajé de allí y busqué a Jorge que me estaba esperando en una terracita junto a la PUERTA DE PLOCE bebiéndose una cerveza fría mientras Sara jugueteaba a su alrededor. Me uní al plan y allí pasamos un buen rato observando el ir y venir de la gente.
Cuando la tarde ya había caido, nos fuimos con el coche a buscar algún mirador desde donde ver Dubrovnik desde las alturas. Exploramos un poco diferentes zonas, metiéndonos por todo tipo de calles y dimos con estas vistas…
Os diré que hay montones de puntos para verlo que fuimos descubriendo por intuición y lógica pero, fue al día siguiente cuando encontramos el mirador más chulo…
Así que todo eso y mucho más os lo contaré en el siguiente post…
Espero que os haya gustado y que os pueda servir de utilidad este post sobre nuestra RUTA POR CROACIA.
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¡FELIZ DÍA!