Como ya os conté en un post de California sobre DISNEY CALIFORNIA ADVENTURE, nunca he sido muy de parques de atracciones. Sin embargo, cuando visitamos el de Los Ángeles, lo disfrutamos tantísimo que ahora no podíamos dejar de visitar Disneyland Paris. Eso sí, lo dejamos para el último día porque no era prioritario teniendo una ciudad tan maravillosa como París para ver y disfrutar.
Compré las entradas por internet (combinadas con Versalles ya que salía más barato) y las recogimos en la oficina de turismo que se encuentra relativamente cerca de la Plaza de la Concordia.
Nosotros fuimos en coche y el párking, todo el día, nos costó unos 12 euros así que, si se dispone de coche, merece mucho más la pena que ir en transporte público.
Durante nuestra estancia en Paris habíamos tenido días soleados fantásticos pero, durante esta jornada en Disneyland, no paró de llover en TODO el día.
Íbamos preparados pero, nunca se está lo suficientemente preparado para que te caiga agua encima sin parar durante 12 horas. No, para eso no estábamos preparados. De hecho, nunca entenderé por qué pusieron el parque en París porque el clima no puede ser menos apropiado para disfrutar de todo lo que «se cuece» en este sitio tan mágico. Sinceramente, no se disfruta igual.
Me daba rabia estar todo el rato haciendo comparaciones con el de California pero es que, no hay color, os lo aseguro. Y no solamente por la lluvia.
Disneyland Paris me gustó pero no vi la esencia Disney, me faltaba el espíritu Disney en muchas atracciones. Algunas no tenían nada que ver con la famosa factoría. Desde mi punto de vista las atracciones son: o demasiado infantiles o demasiado violentas. No presencié atracciones de esas que te hacen vibrar y emocionarte con los personajes Disney como me ocurrió en California. En parte puede ser que la lluvia desluciera un poco todo.
Tenía muchísimas ganas de ver la nueva atracción de Rataouille y a penas hicimos cola porque llegamos súper pronto. Pues bien, me gustó bastante pero me esperaba algo más. Creo que venir aquí con la referencia de un parque americano donde todo es «a lo grande» y donde hasta los empleados lo viven y lo sienten como si fueran «a heredar» me marcó demasiado en esta visita a Disneyland Paris.
Está claro que un niño pequeño queda absolutamente fascinado con el parque pero, os aseguro que, como adulta, ese sentimiento solamente lo tuve en Disney California Adventure.
Bueno, a pesar de todo esto que os he contado, he de decir que pasamos un gran día recorriendo el parque de arriba abajo paraguas en mano peleándonos contra los elementos.
Por supuesto que no nos perdimos el grandioso espectáculo final que nos dejó con la boca abierta. Simplemente increíble. Os dejo con las fotos de este «día Disney».
¡FELIZ DÍA!
Súper tú experiencia, gracias por compartila. El día 2 me sorprendió, siempre he pendado que para cada museo de ésos es 1 día.