Nuestro tercer día en MARRUECOS no estaba planeado así. La ruta a seguir debía haber sido Chefchaouen-Fez pero hubo cambio de planes el día de antes.
Estando relajados en el hotel de Chefchaouen, estuvimos mirando en internet la distancia que nos separaba de Fez. Esta planificación ya la habíamos hecho en casa y nos salían unas tres horas de camino.
Pero comprobándolo de nuevo y preguntando en recepción nos dijeron que eran unas cinco horas y media de camino hasta Fez. BUUUFFF...era demasiado yendo con la niña por esas carreteras (bastante peligrosas) y teniendo que ver Fez en una visita guiada (que ya teníamos reservada) justo el día en que llegábamos a las 2 de la tarde.
Inmediatamente hicimos cábalas y cambiamos la ruta. Anulamos el alojamiento de Fez y reservamos un Riad en Tánger.
La elección no pudo ser mejor. Fue un Riad algo alejado del centro pero muy cerquita si se viaja en coche como era nuestro caso. Además, situado en una zona bastante nueva de preciosas casas y bonitos restaurantes.
Se trata del MALABATA GUEST HOUSE. Un alojamiento con una preciosa decoración, con unas habitaciones amplias y con un súper desayuno incluido. Todo a un precio muy económico.
El trato por parte de los propietarios fue impecable. Repetiríamos allí, sin duda. Además, si vais en verano, dispone de piscina también.
Después de instalarnos en nuestra habitación, cogimos el coche y nos fuimos a ver TÁNGER.
TÁNGER es una gran ciudad marroquí que sirve de puerta de entrada a ÁFRICA. Tiene un importante puerto comercial debido a su magnífica posición estratégica.
Durante muchos años era considerado un destino exótico. En la época en la que Marruecos fue protectorado español (1912-1956), Tánger era centro neurálgico y un lugar muy frecuentado por personalidades de la alta sociedad española y por grandes personajes de fama internacional.
De esa época quedan hoteles lujosos y exquisitos cafés que son visita obligada si pasas unos días en Tánger.
Esta ciudad tiene mucho que visitar: su medina, sus zocos, sus increíbles playas, su Kashba, sus bazares...
Tánger tiene esa mezcla de sofisticación y decadencia de la que no pueden presumir todas las ciudades marroquíes.
Esta bonita ciudad es fácil de recorrer. Se puede conocer a pie sin problemas.
¿Qué visitar en Tánger?
Nosotros aparcamos muy cerca del CAFE RESTAURANTE HAFA y desde allí comenzamos nuestra visita a la ciudad. Entramos directos a la MEDINA de TÁNGER y comenzamos a perdernos por sus calles y rincones.
Tiendas, cafés, bares, pensiones y hoteles con encanto...vida y más vida es lo que encuentras en la Medina de Tánger.
Como en cualquier medina que se precie, el mejor consejo que os puedo dar es que os perdáis sin mirar el mapa, sin rumbo fijo y sin destino.
Tánger está bastante cuidada, especialmente en la zona de la KASBAH y sus alrededores. Allí se encuentra un emblemático hotel llamado la MAISON BLANCHE que es una preciosidad y que tiene unas vistas alucinantes.
Muy cerca se encuentra el MOROCCO CLUB, que es un lugar perfecto para tomarse un rico cocktail a media tarde.
Recorrimos las calles, entramos en tiendas y nos perdimos. No sé si seria por la hora pero había poca gente así que la visita por esta zona fue muy tranquila.
Caminando, caminando llegamos a una zona clave de la ciudad: PLACE PETIT SOCO, o la plaza del ZOCO PEQUEÑO. También llamada Plaza de Souk Dakhel. Se encuentra en pleno centro de la Medina y tiene un estilo marcadamente español.
Muy cerquita de esta plaza se encuentra la GRAN MEZQUITA DE TÁNGER.
A escasos 50 metros de la GRAN MEZQUITA se encuentra el HOTEL CONTINENTAL, una de las paradas obligatorias en esta ciudad.
Famoso por alojar a grandes estrellas y por ser el Hotel más antiguo de Marruecos. Fue parte del escenario de rodaje de la conocida serie El Tiempo entre Costuras.
Su ubicación es inmejorable y no es mala opción como alojamiento en Tánger. Nosotros lo descartamos cuando vimos en internet las largas escalinatas por las que se accede a él. Aún así, una vez estuvimos allí, no nos hubiese importado demasiado hospedarnos en este célebre lugar.
Desde allí nos fuimos callejeando en dirección a la plaza más importante de TÁNGER: PLACE DU 9 D'AVRIL 1947.
Recorrimos la RUE SIAGHINE, la calle principal de la MEDINA que parte de la PLACE DU PETIT SOCO. Llena de tiendas súper bonitas de artículos de piel, alfombras y artesanía y con un ambiente muy agradable para pasear.
Antes de llegar a la PLACE DU 9 D'ADVRIL 1947 nos encontramos con el MERCADO CENTRAL. Un lugar súper auténtico que os recomiendo visitar sí o sí.
Y por fin llegamos a la PLACE DU 9 D'AVRIL 1947 que debe su nombre a la fecha en la que el Sultán Mohammed V pronunció un discurso con motivo de la INDEPENDENCIA de MARRUECOS.
Allí se alza la GRAN MEZQUITA DE SIDI BOUBAID. Fue reconvertida en catedral durante la ocupación portuguesa y, posteriormente, en el siglo XIX, se convirtió de nuevo en mezquita.
En esta misma plaza se encuentra el mítico CINEMA RIFF, todo un símbolo de la época colonial. El primer cine del Norte de África y centro cultural de referencia donde se estrenaban grandes películas y donde acudían las estrellas de moda del momento.
A día de hoy esta sala de cine sigue activa y con sus paredes llenas de recuerdos de tiempos pasados. Merece la pena "colarse" en el hall y disfrutar de esta vuelta al pasado.
Nuestra siguiente parada, después de pasar por los tranquilos JARDINES DE MENDOUBIA y de recorrer el largo paseo que nos separaba de nuestro coche, fue el CAFÉ RESTAURANT HAFA.
Situado muy cerca del Palacio Marshan, es un lugar idílico donde ver el atardecer mientras tomas un té marroquí con la brisa del mar golpeándote en la cara.
Fue construido en 1921 y el enclave no puede ser más maravilloso. Es realmente increíble asomarse a sus diferentes balcones y observar el mar. Desde sus terrazas escalonadas se ve la costa española y, surgiendo allí a lo lejos, el Estrecho de Gibraltar. Este café inspiró a más de un escritor y artista de la época para llevar a cabo sus obras.
Después de esta visita buscamos un lugar cercano donde comer, ya que en este Café no les quedaban demasiadas cosas. Debe ser más para tomar el té.
Comimos en el RESTAURANTE LA POSADA DEL HAFA (situado a pocos metros del otro) y disfrutamos mucho comiendo algunos platos muy típicos de Marruecos.
Con el estómago lleno, y sin pasar por nuestro Riad, pusimos rumbo a nuestra siguiente visita que se encontraba a 12 kilómetros de Tánger: el CABO ESPARTEL.
En el CABO ESPARTEL se ubica un emblemático faro cuya luz se ve desde 24 millas náuticas.
Allí hay un restaurante donde podéis comer o cenar con unas vistas alucinantes. Después de pasar un rato contemplando el paisaje nos dirigimos a otro lugar no muy alejado de éste: GRUTAS DE HÉRCULES.
Antes de llegar a las grutas hicimos una bonita parada en la PLAYA SIDI KACEM, donde encontramos ante nosotros unas preciosas vistas de la inminente puesta de sol y también un grupo de camellos dispuestos a pasear a los turistas.
Sara se lo pasó en grande viendo a estos animales tan de cerca. No quería irse de allí por nada del mundo y nos costó bastante meterla en el coche de nuevo...jajaja.
Tras esta parada por fin llegamos a las GRUTAS DE HÉRCULES. Es una de las atracciones turísticas más visitadas en los alrededores de Tánger. La entrada cuesta 5 dirhams. Lo característico de estas cuevas es la forma que se ve desde dentro mirando hacia el mar.
Una abertura hacia el mar llamada "Mapa de África" que dicen que recuerda a la forma del continente africano pero, sinceramente, a mi no me lo pareció demasiado.
Estas grutas, abiertas al público desde 1920, son PATRIMONIO NACIONAL de MARRUECOS y forman un lugar natural que no os podéis perder a pesar de ser un lugar bastante turístico y un poco explotado.
La leyenda dice que Hércules durmió en estas cuevas antes de ejecutar su última misión, la de conseguir las manzanas de oro del Jardín de Hespérides. Este es uno de los motivos que atrae a cientos de turistas cada día para presenciar esta maravilla natural.
Tras presenciar desde allí una bonita puesta de sol, volvimos a Tánger.
Queríamos despedir este completo día desde un lugar indescriptible de la ciudad. En el barrio de MARSHAN, en lo más alto de la ciudad, justo al lado del Café HAFA se encuentra un lugar mágico.
Tienes que pasar por una calle empedrada flanqueada por varias columnas y por ahí llegas a un cementerio-mirador con unas vistas impresionantes.
Allí se halla una necrópolis compuesta por unas 100 tumbas. En esta zona se han encontrado restos y utensilios de diferentes épocas incluida la romana.
La gente local acude allí a relajarse, a respirar aire puro y a contemplar unas magníficas vistas. Nosotros no quisimos perdernos este lugar y acudimos a última hora del día, antes de retirarnos a nuestro Riad.
Este día había sido maravilloso y tardaríamos en olvidar todo lo que habíamos visto. Al día siguiente partíamos hacia RABAT, la capital del país.
Pero eso os lo contaré en el siguiente post...
Espero que os haya gustado este post sobre TÁNGER y alrededores y que os pueda servir de ayuda para organizar vuestra ruta por el Norte de Marruecos.
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