Agotando y exprimiendo al máximo las pasadas vacaciones de verano, decidimos hacer una escapada a Paris. Y nos fuimos en coche.
Sí, nos encanta viajar en coche, parar donde nos da la gana y disfrutar del camino que puede tener tanto encanto o incluso más que el destino.
Para mi el trayecto ya es el viaje, así que lo disfruto al 100% aunque no niego que siempre se tienen ganas de llegar.
Como siempre que organizamos un viaje, el alojamiento lo reservamos en booking.com siempre fijándonos en que la cancelación sea gratuita, por si acaso.
Desde nuestra ciudad hasta Paris hay unos 1200 km que, fácilmente, pueden hacerse en 10-11 horas. Nosotros salimos a las 5 de la mañana y no fuimos directamente a Paris.
Reservamos un hotel cerca de Orleans para así al día siguiente madrugar y no pillar colas en la Torre Eiffel.
Las siguientes noches sí fueron en París, bueno cerquita, en Ivry-sur-Seine. Nos alojamos en un apartahotel que nos vino de maravilla para hacer nuestro viaje un poco más «low cost» ya que nos pudimos preparar la cena varias noches y algún bocadillo para por el día.
Durante este día visitamos la Torre Eiffel. Subimos al segundo piso andando por tan sólo 5€ y estuvimos en cola apenas 10 minutos. Por supuesto tocó sesión fotográfica en el Campo de Marte desde donde las vistas de la torre son inmejorables.
El resto del día lo dedicamos a pasear «Sena arriba, Sena abajo». Nos acercamos al puente Grenelle, debajo del cual se puede ver la réplica de la Estatua de la Libertad que EEUU regaló a Francia en el centenario de la Revolución Francesa.
Paseando llegamos al vistoso puente de Alexandre III. Desde allí también se contempla el Hotel de los Inválidos. Nuestro paseo continuó por la Plaza de la Concordia (con su famoso obelisco en el centro proveniente de Luxor, en Egipto). También nos perdimos por los Jardines de Tullerias pasando antes por el Petit y Grand Palace.
En estos jardines, como en muchos otros de París, dispones de sillas y hamacas para descansar, comer o simplemente para sentarte un rato y distraerte viendo la gente pasar. Me parece una gran idea para traerla a los parques de España aunque, sinceramente, no sé si aquí sería posible…
Después de recorrer la zona nos encaminamos hacia los Campos Elíseos y paseamos por toda la avenida hasta llegar al Arco del Triunfo. Volvimos por la otra acera pasando por la puerta de la famosa tienda-restaurante de macarons Laduree. Una cola impresionante…y a mi no me gustan esos dulces, la verdad.
Y aquí terminó nuestro primer día en París. Cansados de tanto patear la ciudad nos retiramos al hotel. Cenita en el apartamento y a descansar para afrontar un nuevo día que nos llevaría a Versalles y a otros rincones de esta preciosa ciudad.
¡FELIZ DÍA!