LONDRES, DÍA 2: Buckingham Palace, Westminster y orilla del Támesis

Segundo día en la capital inglesa y nos esperaba un largo recorrido. Nos desplazamos en metro hasta Piccadilly Circus y de allí todo el recorrido fue caminando.

Os aseguro que fue largo y cansado pero mereció mucho la pena. No paramos en todo el día pero estábamos encantados de la vida, incluso con los nubarrones y la lluvia que, de vez en cuando, hacían acto de aparición.

Después de contemplar el ambiente de Piccadilly a primera hora de la mañana, pusimos rumbo a Buckingham Palace, la residencia de la familia real inglesa. Pasamos por la elegante galería comercial Piccadilly Arcade, por el lujoso Hotel Ritz y por el precioso Green Park, donde en verano la gente aprovecha el mínimo rayo de sol para comer allí de picnic en el césped.

Lo típico típico en el Palacio de Buckingham es ver el CAMBIO DE GUARDIA que tiene lugar en días alternos en invierno y todos los días en verano. Siempre sobre las 11:30h. Bonito despliegue de uniformes y música militar para hacer el relevo de la Guardia Real que custodia el Palacio.

Algunas dependencias del Palacio están abiertas al público durante los meses de verano de 9,30-17,30h.

Después nos dirigimos hacia Saint James Park, unos bellos jardines muy cerquita de Buckingham desde donde se divisaba el London EyeMillennium Wheel o Noria del Milenio, la cual fue inaugurada justo el año en el que yo estuve viviendo en Londres (2000). En este parque estuvimos un buen rato jugueteando con las ardillas. En los parques londinenses hay muchas ardillas y casi todas dispuestas a «posar» para las fotos de los turistas. Parece ser que están muy acostumbradas a que les den de comer y saludar a la gente que se para a contemplarlas.
Nuestra siguiente visita fue a la Abadía de Westminster, lugar de coronaciones y entierros de miembros de la familia real y también de diferentes personajes ilustres del país como Isaac Newton o Charles Dickens. Cuesta unas 20 libras la entrada y hay que ir pronto para evitar largas colas. La visita merece mucho la pena. Es preciosa. Allí tuvo lugar el enlace entre el Príncipe Guillermo y Kate Middleton en 2011.
Cuando salimos de la Abadía nos dirigimos hacia el famoso BIG BEN y las Casas del Parlamento. El Big Ben podría considerarse uno de los símbolos de Londres.

El Palacio de Westminster alberga el Parlamento de Londres con la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes. Conocerlo por dentro es posible por medio de una visita guiada que solamente se permite algunas semanas de verano y los sábados el resto del año. El precio ronda las 15 libras.

Nosotros solamente lo vimos por fuera y después cruzamos el río Támesis y contemplamos el conjunto desde la otra parte. Desde allí comenzamos nuestro largo paseo por la orilla del río.
Primera parada: The London Eye o Noria del Milenio. Habíamos comprado las entradas por internet pero aún así, no nos libramos de una larga cola. El precio de la entrada está alrededor de  las 20 libras aunque hay varios packs. Toda la información la tenéis aquí. Las vistas desde allí arriba son espectaculares. Para nosotros mereció mucho la pena. Si tenéis la posibilidad, no os lo perdáis.
Después paramos a comer algo en uno de los muchos restaurantes que hay a orillas del Támesis.

Cuando terminamos, visitamos el museo Tate Modern (es gratuito) y nos tomamos un café en la sexta planta desde donde se tienen unas vistas geniales del río y de la ciudad.  Prácticamente en frente se encuentra el puente colgante que cruza el Támesis, el llamado Millennium Bridge.

Siguiente parada: Globe Theatre o Teatro de Shakespeare donde se representan las fantásticas obras del famosísimo dramaturgo inglés. El teatro se construyó emulando al primer teatro levantado en 1599 y destruido posteriormente por un incendio en 1613. Me hubiese encantado presenciar una obra de teatro pero tendrá que ser en otra ocasión. Aquí os podéis informar sobre precios y horarios.

Nuestro siguiente destino fue un mercado: Borough Market. Se trata de uno de los mercados de comida más grandes de la ciudad. Esta ubicado debajo de los arcos del tren y muy próximo a la parada de metro de London Bridge. Allí degustamos unas deliciosas empanadas argentinas y babeamos con tantísima comida con tan buena pinta. El horario de este mercado lo podéis consultar aquí.
De allí cogimos el metro y nos fuimos a una de mis zonas favoritas de Londres: Covent Garden. Es una zona tanto comercial como cultural. Llena de bares, artistas callejeros y tiendas, muchas tiendas. La zona tiene un encanto especial y adornada de Navidad, todavía tenía más. Es el típico lugar donde no me cansaría de ir día a tras día a tomar un café o simplemente a pasear a última hora de la tarde. Allí se encuentra la conocida Royal Opera House, lugar de entrega de premios de cine y lugar de celebración de importantes conciertos.
Como parece ser que habíamos caminado poco…jeje, nos acercamos andando al Barrio de Chinatown. Se trata del primer barrio chino así denominado. Está ubicado en la zona del SOHO londinense. Allí terminamos la noche cenando en uno de tantos restaurantes chinos y reponiéndonos de un día intenso y agotador.

Londres tiene tanto que ver que, sin darnos cuenta, a penas habíamos parado para tomar un respiro. De allí directos al hotel y a pensar en un nuevo día. ¡Cuánto disfruto en esta ciudad!

PICCADILLY CIRCUS:

PICCADILLY ARCADE:

HOTEL RITZ:

BUCKINGHAM PALACE:

SAINT JAMES PARK:



ABADÍA DE WESTMINSTER:

BIG BEN Y PALACIO DE WESTMINSTER:



 LONDON EYE O MILLENNIUN WHEEL:

TATE MODERN:

 MILLENNIUM BRIDGE:

GLOBE THEATRE:

BOROUGH MARKET:

COVENT GARDEN:

DE CAMINO A CHINA TOWN:

CHINA TOWN:

¡FELIZ DÍA!

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