Durante nuestro tercer día en Berlín teníamos planeada un excursión a POTSDAM y DRESDEN. Al principio pensamos que los dos lugares en un solo día era una locura pero no fue así. Nos dio tiempo a todo y a las 8 de la tarde estábamos de vuelta en Berlín. Claro, sin el coche no hubiese sido posible.
Primero fuimos a POTSDAM que está muy cerquita de Berlín, a unos 35 kilómetros aproximadamente.
Habíamos visto muchas fotos de Potsdam, de sus verdes jardines y de sus suntuosos palacios y, en realidad, así es. Lo que ocurre es que en invierno se encuentra la población como a medio gas: no hay flores, las esculturas están cubiertas de madera para protegerlas, los jardines están en mantenimiento con todos los operarios pululando por allí… Vamos que no vimos el pueblo en todo su esplendor pero aún así, nos encantó.
En 1660, esta ciudad fue elegida por Federico Guillermo I como su residencia de caza. Años más tarde llegó a convertirse en residencia de la familia real de Prusia. Y en este período fue cuando se construyeron la mayoría de los impresionantes palacios, sobre todo durante el reinado de Federico el Grande.
Podemos visitar allí: El Palacio y los jardines de Sanssouci (uno de los principales atractivos de la ciudad), el Palacio de Babelsberg, El Palacio Nuevo, el barrio holandés o «pequeña Amsterdam», la Puerta de Brandenburgo (más pequeña que la de Berlín pero construida anteriormente), la Universidad o el Palacio de Charlottenhof. Os dejo unas cuantas imágenes de nuestro paso por allí.
¡FELIZ DÍA!